Aunque realicé esta entrevista hace casi tres años, el 7 de noviembre de 2012, y en un contexto muy distinto al de hoy, decidí compartirla por el gran valor que tiene para mí en lo personal, y por el invaluable testimonio de Pedro.
Esta entrevista significó mi primera visita al predio del centro clandestino de la ESMA, constituido ahora en Espacio para la Memoria, y la primera vez que conversé cara a cara con un nieto recuperado.
La experiencia significó un enorme paso en mi convicción por la defensa de los derechos humanos, y en la conexión con mi propia historia, con nuestras raíces comunes como personas argentinas y latinoamericanas.
Con mucha alegría y amor, comparto ahora este fragmento de historia.